Técnicas en cirugía de la obesidad: Gastrectomía tubular

Entre las opciones que existen para el manejo quirúrgico de la obesidad mórbida se encuentran procedimientos restrictivos que disminuyen la capacidad gástrica (gastrectomía tubular) y procedimientos que combinan este efecto con alteración en la absorción de los alimentos (bypass gástrico).

Gastrectomía tubular

Con este procedimiento, se elimina aproximadamente el 85% del estómago dejando finalmente un estómago con la forma de un tubo o manga. Esta operación se realiza por vía laparoscópica, a través de pequeñas incisiones. El  estómago tubulizado que queda, permanece cerrado longitudinalmente con grapas.

Al ser una técnica que produce únicamente restricción de comida  el paciente ideal sería el gran comedor sin dulces frecuentes ni picoteos.

La intervención se realiza bajo anestesia general y dura aproximadamente entre 1-2 horas. El ingreso hospitalario será de 24-48h, y la recuperación 2-3 semanas. El abdomen puede permanecer distendido y con molestias superficiales durante varios días en los que será necesario tomar calmantes. La herida que más le molestara será la que se utiliza para extraer el estómago resecado, ya que generalmente es necesario dilatarla desde los 10 mm iniciales hasta unos 12-13 mm para que pueda salir sin riesgo de rotura el estómago. Después de la cirugía hay que reintroducir la alimentación de forma progresiva, con unas 2 semanas de dieta líquida, 2 semanas de dieta triturada y luego alimentos sólidos.

En cuanto a la pérdida de peso, la mayoría de las personas que se someten a una cirugía de tubo gástrico pierden del 50 al 80 por ciento de su exceso de peso corporal durante los primeros seis a doce meses. Después de la realización de una  manga gástrica los pacientes presentan una mejoría en la diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, apnea del sueño, etc. Estas mejorías son comparables a las observadas después de otras cirugías de pérdida de peso como el bypass.

Se requiere que el paciente realice ciertos cambios del estilo de vida:

  • Hacer ejercicio con regularidad.
  • Aprender técnicas de modificación de conducta.
  • Seguir las instrucciones sobre alimentación para el resto de su vida, incluyendo comer muy lentamente, consumiendo sólo pequeñas cantidades de alimento en cada bocado, masticar bien y tragar la comida sólo cuando está muy triturada, y no comer y beber al mismo tiempo.

Al no haber derivación del intestino delgado las posibilidades de déficits de vitaminas y minerales son menores, aun así se le recomendará la toma de suplementos vitamínicos.